Pobres Barristas

    Foto Señor Balón Barras Méxicanas

Adrián Vargas.- Violencia, hambre, pobreza e ignorancia es lo que maman y sufren nuestros chavos, o al menos un elevado porcentaje de ellos. Entonces, ¿los barristas son los hijos de la tiznada o un simple reflejo de nuestra sociedad?

No son cifras oficiales, porque no existen, pero de 2006 a la fecha se estima que van entre 60 y 150 mil muertes relacionadas a la lucha contra la delincuencia organizada en México. 22 millones de mexicanos viven con hambre y 51.9 millones son pobres, según un informe del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).Tenemos a más de 30 millones de analfabetas y siete millones de jóvenes, entre 15 y 29 años, que no estudian ni trabajan por falta de oportunidades.Violencia, hambre, pobreza e ignorancia es lo que maman y sufren nuestros chavos, o al menos un elevado porcentaje de ellos. Entonces, ¿los barristas son los hijos de la tiznada o un simple reflejo de nuestra sociedad? Quizá sean la primera o la segunda o las dos. Eso lo opinará cada quien.

Y no, no trato de justificar sus actos vandálicos, sino de encontrar el porqué de su comportamiento incivilizado. Eso sí, los veo más como víctimas de este repugnante sistema que como unos rufianes malparidos.

No podemos esperar, después de leer los tres primeros párrafos, que esos jóvenes que acuden en masas a los estadios de futbol, se comporten como caballeros ingleses. Muchos de ellos no tienen nada o tienen muy poco. Encuentran algo de lo que necesitan desahogar en sus “cantitos”, “trapos”, “afanes” y “combates”. Claro que no está bien, pero no está bien porque el problema es más de fondo. 

La violencia en el balompié mexicano o vinculada a éste no acabará con credenciales, prohibiciones a los estadios u otra de las medidas que han adoptado los clubes. Quizá disminuya, pero lo dudo. Algunos “combates” –como los llaman los propios barristas- se producen en las escuelas, barrios o “tocadas”, entre otros lugares alejados de las canchas. 

Como ejemplo está este video, el primero de ellos es una pelea en el oriente del Distrito Federal entre aficionados de Pumas y de América. 

Para concluir diré que sí, que las autoridades mexicanas, así como los dirigentes de nuestro futbol deben tomar medidas, pero mientras nuestros niños y jóvenes no reciban mejores condiciones de parte de su País todos los intentos serán como curar el cáncer con unas aspirinas.